La Cena del Señor, también conocida como la Santa Cena o la Eucaristía, es una ceremonia sagrada en la cual los creyentes conmemoran la muerte y resurrección de Jesucristo. Durante esta celebración, se comparte pan y vino o jugo de uva en representación del cuerpo y sangre de Cristo. Sin embargo, existe cierta controversia en cuanto a quiénes pueden participar en esta ceremonia y qué requisitos deben cumplir. En este artículo, abordaremos estas interrogantes desde una perspectiva bíblica para entender quiénes pueden tomar la Santa Cena según la enseñanza de la Biblia.
- ¿Qué dice la Biblia sobre quiénes pueden participar en la Cena del Señor?
- ¿Cuál es la perspectiva de diferentes iglesias respecto a la participación en la Cena del Señor?
- ¿Por qué es importante la participación abierta en la Cena del Señor según la enseñanza bíblica?
- ¿Qué criterios se deben considerar para ser digno de participar en la Cena del Señor?
- ¿Cómo evitar actitudes negativas en la mesa del Señor durante la celebración?
¿Qué dice la Biblia sobre quiénes pueden participar en la Cena del Señor?
La Biblia es clara en cuanto a quiénes pueden participar en la Cena del Señor. En el relato de la última cena de Jesús con sus discípulos antes de su crucifixión, se registra que Jesús invitó a todos sus seguidores a tomar parte en esta ceremonia sagrada. En Mateo 26:26-28, Jesús dice: "Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos".
Estas palabras de Jesús indican que la Cena del Señor es un acto abierto para todos los seguidores de Cristo. No se mencionan restricciones basadas en la afiliación denominacional, posición social, nivel de espiritualidad o cualquier otro factor externo. La invitación es universal y abierta a todos aquellos que aceptan a Jesucristo como su Salvador personal y desean participar en su muerte y resurrección simbólicamente a través de la Cena del Señor.
¿Cuál es la perspectiva de diferentes iglesias respecto a la participación en la Cena del Señor?
Sin embargo, a lo largo de la historia, diferentes iglesias y denominaciones han adoptado perspectivas variadas en cuanto a quiénes pueden participar en la Cena del Señor. Algunas iglesias practican una participación abierta, invitando a todos los creyentes a tomar parte en la Santa Cena, independientemente de su afiliación denominacional. Estas iglesias creen que la muerte y resurrección de Cristo son suficientes para unir a todos los seguidores de Jesús en comunión y por lo tanto, deben permitir que todos participen en la Cena del Señor.
Por otro lado, algunas iglesias emplean una perspectiva más restrictiva en cuanto a la participación en la Cena del Señor. Estas iglesias limitan la participación solo a los miembros locales de la congregación o aquellos que han sido bautizados y están en plena comunión con la iglesia. Su justificación se basa en la necesidad de garantizar que los participantes sean verdaderos creyentes que han sido probados en su fe y compromiso con Cristo.
¿Por qué es importante la participación abierta en la Cena del Señor según la enseñanza bíblica?
La participación abierta en la Cena del Señor es importante según la enseñanza bíblica porque refleja el deseo de Jesús de que todos sus seguidores se unan en comunión y celebración de su sacrificio. La participación abierta reconoce la obra redentora de Cristo como suficiente para unir a todos los creyentes, sin importar su afiliación denominacional o cualquier otra diferencia.
Además, la participación abierta promueve la unidad y la camaradería entre los creyentes. Al invitar a todos los que han aceptado a Jesucristo como su Salvador, se da la oportunidad de compartir un momento de comunión y recordar juntos el sacrificio de Cristo. Esto fortalece los lazos de hermandad y crea un sentido de comunidad entre los creyentes.
La participación abierta también permite a aquellos que aún no han aceptado a Jesucristo como su Salvador, tener un encuentro personal con Él. Al presenciar la participación de otros creyentes en la Cena del Señor, pueden ser testigos del amor y el poder transformador de Cristo, lo cual puede llevarlos a buscar una relación personal con Él.
¿Qué criterios se deben considerar para ser digno de participar en la Cena del Señor?
Aunque la participación en la Cena del Señor es abierta para todos los creyentes, la Biblia también establece ciertos criterios para ser digno de participar en esta ceremonia sagrada. En 1 Corintios 11:27-29, se nos insta a examinarnos a nosotros mismos antes de tomar parte en la Cena del Señor. El apóstol Pablo escribe: "De modo que cualquiera que coma este pan o beba esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí".
Esto nos muestra que debemos autoevaluarnos antes de participar en la Cena del Señor. Debemos examinar nuestras vidas, confesar cualquier pecado conocido y buscar la reconciliación con aquellos a quienes hemos ofendido. Además, debemos tener una comprensión adecuada de la significancia de la Santa Cena y discernir correctamente el cuerpo y la sangre de Cristo en los elementos simbólicos del pan y el vino (o jugo de uva).
No se trata de ser perfectos o haber alcanzado un nivel particular de espiritualidad, sino de acercarnos a la mesa del Señor con humildad, gratitud y un corazón dispuesto a honrar a Cristo.
¿Cómo evitar actitudes negativas en la mesa del Señor durante la celebración?
Durante la celebración de la Cena del Señor, es importante evitar actitudes negativas que puedan afectar el sentido sagrado y la unidad de la ceremonia. Algunas actitudes que debemos evitar incluyen el desprecio hacia otros creyentes, la falta de reconocimiento del cuerpo y la sangre de Cristo, y la falta de reverencia y respeto hacia esta ceremonia sagrada.
Lee TambiénQué es el chamanismo y cuál es su origen y significadoEs fundamental recordar que la Cena del Señor es un momento de comunión y recordatorio del sacrificio de Cristo por nosotros. Debemos participar con reverencia, gratitud y un corazón dispuesto a recibir la gracia y el perdón de Dios.
También es importante evitar cualquier división o exclusión basada en diferencias denominacionales u otros aspectos externos. La Cena del Señor es una oportunidad para unirnos como cuerpo de creyentes y celebrar nuestra fe en Cristo, por lo que debemos evitar cualquier actitud de superioridad o exclusión.
La enseñanza bíblica nos muestra que la Cena del Señor es un acto sagrado de comunión abierto a todos los creyentes que han aceptado a Jesucristo como su Salvador. La participación abierta promueve la unidad, la camaradería y la oportunidad de encontrarse con Cristo. Sin embargo, también se nos insta a autoevaluarnos, examinar nuestras vidas y discernir correctamente el cuerpo y la sangre de Cristo antes de participar. Debemos evitar actitudes negativas y acercarnos a la mesa del Señor con reverencia, gratitud y respeto.
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