El significado de que el cielo y la tierra pasarán es un concepto fascinante que se encuentra en las enseñanzas bíblicas. Este mensaje se repite a lo largo de las Sagradas Escrituras y nos invita a reflexionar sobre nuestra existencia en este mundo temporal. La idea de que el cielo y la tierra pasarán nos hace cuestionar la verdadera trascendencia de lo que conocemos y cómo debemos prepararnos para lo eterno.
La transitoriedad del mundo y el mensaje bíblico
La idea de pasar versus perdurar
La enseñanza bíblica sobre el hecho de que el cielo y la tierra pasarán es una forma de recordarnos la temporariedad de este mundo material en el que vivimos. Cuando se habla de que algo "pasará", se infiere que dejará de existir o que será reemplazado por algo nuevo. En este sentido, el mensaje bíblico nos recuerda que todas las cosas en este mundo están sujetas a cambio y eventual desaparición.
La transitoriedad de lo material es un tema recurrente en la Biblia. Se nos insta a no aferrarnos a las riquezas materiales y a no buscar la satisfacción en las cosas pasajeras de este mundo. En Mateo 6:19-20, Jesús nos enseña: "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan." Aquí, Jesús nos insta a no enfocar nuestra vida en acumular riquezas terrenales, sino en buscar tesoros en el cielo, que son eternos.
La brevedad de la vida y la importancia de la eternidad
La idea de que el cielo y la tierra pasarán también nos recuerda la brevedad de nuestra vida en comparación con la eternidad. En el Salmo 90:10, se nos dice: "Los días de nuestra edad son setenta años; y si en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos." Nuestra vida en este mundo es limitada, pero lo que hacemos con ella tiene repercusiones eternas.
La importancia de la eternidad se refleja en la exhortación de la Biblia a buscar una relación con Dios que trascienda lo temporal. En Marcos 8:36, Jesús pregunta: "Pues, ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?" Esta pregunta nos lleva a reflexionar sobre nuestras prioridades y a considerar la importancia de procurar nuestra salvación y nuestra relación con Dios, que es eterno.
La destrucción del universo y la llegada de un nuevo cielo y tierra
La destrucción del universo por fuego
La idea de que el cielo y la tierra pasarán implica una destrucción completa del universo tal como lo conocemos. Según 2 Pedro 3:10-12, se nos dice: "Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, siendo encendidos, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!"
La destrucción del universo por fuego se menciona también en Isaías 34:4: "Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y los cielos serán enrollados como un libro; y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y cae como cae la de la higuera."
La promesa de un nuevo cielo y tierra
A pesar de la destrucción del universo, la Biblia nos asegura que habrá un nuevo cielo y una nueva tierra. En Apocalipsis 21:1, leemos: "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más." Esta promesa de un nuevo cielo y tierra nos da esperanza y nos invita a confiar en Dios, quien hará todas las cosas nuevas.
La idea de un nuevo cielo y una nueva tierra también se encuentra en Isaías 65:17: "Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento." Esta promesa nos muestra que incluso después de la destrucción del universo actual, Dios tiene un plan de salvación y restauración para Su creación.
La promesa de salvación y la importancia de prepararse para lo eterno
La seguridad de la salvación eterna
Aunque el cielo y la tierra pasarán, la Biblia nos asegura que la salvación perdurará. En Mateo 24:35, Jesús dice: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán." Esta declaración nos da la seguridad de que la Palabra de Dios y Su promesa de salvación son inmutables, a diferencia de lo que es temporal y pasajero.
Lee TambiénCómo se manifiesta la gloria de Dios a través de los cielosNuestra preparación para lo eterno es de vital importancia. Se nos anima a buscar la relación con Dios y a vivir una vida justa y piadosa en 2 Pedro 3:14: "Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por Él sin mancha e irreprensibles, en paz." Esta exhortación nos insta a vivir en conformidad con los principios de Dios, en preparación para el día en que el cielo y la tierra pasarán.
La importancia de centrar nuestras vidas en lo eterno
La enseñanza de que el cielo y la tierra pasarán también nos invita a examinar nuestras prioridades y a centrar nuestras vidas en lo eterno. En Mateo 6:19-20, Jesús nos enseña a no aferrarnos a las riquezas terrenales, sino a buscar tesoros en el cielo. Esto implica poner nuestro enfoque en lo que tiene un valor duradero, en lugar de buscar la satisfacción en cosas temporales y pasajeras.
Nosotros como seres humanos deberíamos prepararnos para el nuevo cielo y la nueva tierra, viviendo de acuerdo a las enseñanzas de la Biblia y poniendo a Dios en el centro de nuestras vidas. Esta preparación implica una vida de fe, obediencia y servicio a Dios, confiando en Su promesa de salvación y buscando vivir para lo eterno en lugar de lo temporal.
El significado de que el cielo y la tierra pasarán es profundamente espiritual y nos invita a reflexionar sobre nuestra existencia en este mundo temporal. La Biblia nos enseña que todo en este mundo material es transitorio y que nuestra prioridad debe ser buscar lo eterno y prepararnos para el día en que el cielo y la tierra pasarán. La promesa de un nuevo cielo y una nueva tierra nos da esperanza y nos anima a vivir en conformidad con los principios de Dios, confiando en Su promesa de salvación eterna.
Deja una respuesta
También te puede interesar: