Por qué la Gran Comisión es relevante en la iglesia actual

La Gran Comisión es un mandato fundamental en la iglesia cristiana que se encuentra registrado en el libro de Mateo en la Biblia. Este pasaje, específicamente en Mateo 28:19-20, contiene las palabras de Jesús dirigidas a Sus discípulos antes de ascender al cielo. En estas palabras, Jesús les instruye a hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todo lo que Él ha mandado.

La Gran Comisión es relevante en la iglesia actual porque es una parte central de la misión de Dios para Su pueblo. La iglesia tiene la responsabilidad de llevar el mensaje del evangelio a todas las personas y hacer discípulos. En este artículo, exploraremos la importancia de la Gran Comisión en la iglesia actual, el papel de los creyentes en cumplirla, la relevancia en el contexto del mundo actual, las estrategias para hacer discípulos, la aplicación práctica en la vida diaria de los creyentes y la influencia transformadora en la sociedad actual.

Importancia de la Gran Comisión en la iglesia actual

La Gran Comisión es de suma importancia en la iglesia actual por varias razones. En primer lugar, es un mandato directo de Jesús a Sus seguidores. Como creyentes, debemos obedecer y cumplir con lo que Él nos ha ordenado. La obediencia a la Gran Comisión demuestra nuestro amor y devoción a Jesús y es una forma de seguir Su ejemplo.

En segundo lugar, la Gran Comisión es una misión de salvación. El evangelio es el mensaje de esperanza y perdón que cambia vidas. Al compartirlo y hacer discípulos, estamos extendiendo el amor y la gracia de Dios a aquellos que no lo conocen. Es a través de la aceptación de Jesús como Salvador que las personas encuentran salvación y experimentan una transformación espiritual.

Además, la Gran Comisión tiene un impacto en el crecimiento y fortalecimiento de la iglesia. Al hacer discípulos, estamos construyendo una comunidad de creyentes comprometidos que pueden crecer en su fe, aprender unos de otros y apoyarse mutuamente. Esto fortalece la iglesia y la capacita para cumplir su propósito de glorificar a Dios y servir a otros.

El rol de los creyentes en cumplir la Gran Comisión hoy

Como creyentes, tenemos un papel activo en cumplir la Gran Comisión hoy. Jesús nos ha dado la responsabilidad de llevar el mensaje del evangelio a todas las personas y hacer discípulos. Esto implica salir de nuestras zonas de confort y compartir la verdad de Cristo con aquellos que no lo conocen.

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En primer lugar, debemos ser testigos de Jesús en nuestro propio entorno. Esto significa vivir vidas que reflejen Su amor y gracia, y estar dispuestos a compartir nuestra fe con otros. No se trata solo de palabras, sino también de acciones. Nuestro testimonio personal puede ser una poderosa herramienta para atraer a otros hacia Cristo.

En segundo lugar, debemos buscar oportunidades para compartir el evangelio de manera intencional. Esto puede ser a través de conversaciones individuales, estudios bíblicos en grupos pequeños, eventos evangelísticos u otras actividades que nos permitan conectar con las personas y presentarles a Jesús.

Además, debemos estar dispuestos a discipular a aquellos que responden al evangelio y desean seguir a Jesús. Esto implica invertir tiempo y energía en enseñarles y ayudarles a crecer en su fe. El discipulado no es solo un proceso, sino un compromiso continuo de caminar juntos en la vida cristiana.

La relevancia de la Gran Comisión en el contexto actual de la iglesia

En el contexto actual de la iglesia, la Gran Comisión sigue siendo relevante porque el mundo necesita desesperadamente el mensaje de esperanza y redención que ofrece el evangelio. A medida que enfrentamos desafíos globales como la violencia, la injusticia, la pobreza y la enfermedad, es aún más crucial compartir el amor y la gracia de Dios con aquellos que están sufriendo.

Además, vivimos en una sociedad cada vez más secularizada y pluralista. Muchas personas tienen una mentalidad relativista y no creen en una verdad absoluta. En medio de esta cultura, la Gran Comisión nos llama a proclamar con valentía el mensaje de Jesús como el único camino de salvación y reconciliación con Dios.

La tecnología y los medios de comunicación también brindan nuevas oportunidades para cumplir la Gran Comisión. A través de las redes sociales, los podcasts, los blogs y otros medios digitales, podemos alcanzar a personas en todo el mundo con el mensaje del evangelio. Estas plataformas nos permiten conectarnos con personas de diferentes culturas y contextos, rompiendo las barreras físicas y geográficas para compartir el amor de Cristo.

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Estrategias para hacer discípulos siguiendo la Gran Comisión

Hay varias estrategias que podemos implementar para hacer discípulos siguiendo la Gran Comisión. En primer lugar, debemos equiparnos a nosotros mismos como creyentes, asegurándonos de tener un conocimiento sólido de la Palabra de Dios y una relación íntima con Él. Esto nos dará una base sólida sobre la cual podemos compartir y enseñar a otros.

En segundo lugar, debemos estar dispuestos a salir de nuestras "zonas de confort" y conectarnos con personas que no conocen a Jesús. Esto puede requerir que nos involucremos en actividades y proyectos en nuestras comunidades locales, así como también ser creativos al aprovechar las oportunidades en línea para conectarnos con personas y compartir el evangelio.

También es importante establecer relaciones significativas con aquellos a quienes estamos tratando de hacer discípulos. No se trata solo de compartir información, sino de caminar junto a ellos, invirtiendo tiempo y energía en sus vidas, y mostrándoles amor y apoyo práctico a medida que crecen en su fe.

Aplicación práctica de la Gran Comisión en la vida diaria de los creyentes

La Gran Comisión no es solo una tarea para los líderes o misioneros a tiempo completo, sino que es un llamado para todos los creyentes en todas las esferas de la vida. Todos tenemos la oportunidad de vivir el evangelio y ser testigos de Jesús en nuestras vidas diarias.

La forma en que aplicamos la Gran Comisión en nuestra vida diaria puede variar según nuestras circunstancias y dones individuales. Algunos pueden tener la oportunidad de enseñar y discipular a otros en un ambiente formal de iglesia, mientras que otros pueden hacerlo a través de relaciones personales y conversaciones cotidianas en el trabajo, la escuela o en su círculo social.

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Es importante recordar que no estamos solos en esto. Tenemos al Espíritu Santo que nos guía y capacita para cumplir la Gran Comisión. Podemos depender de Su poder y ser sensibles a las oportunidades que Él nos presenta en nuestra vida diaria para compartir el evangelio y hacer discípulos.

La influencia transformadora de la Gran Comisión en la sociedad actual

Cuando los creyentes se comprometen a cumplir la Gran Comisión, el impacto en la sociedad actual puede ser transformador. El mensaje del evangelio trae esperanza, perdón y reconciliación a los corazones y vidas de las personas. Cambia el curso de la historia al transformar a individuos, familias y comunidades.

La Gran Comisión se extiende más allá de hacer discípulos individuales. También abarca la responsabilidad de participar en la transformación de la sociedad y trabajar por la justicia y la restauración. A medida que los creyentes se involucran en servir a los necesitados, luchar por la igualdad y abogar por los oprimidos, se convierten en agentes de cambio que reflejan el corazón de Dios hacia el mundo.

La Gran Comisión es de vital importancia en la iglesia actual. Es un mandato claro de Jesús para hacer discípulos de todas las naciones. Como creyentes, tenemos la responsabilidad y el privilegio de cumplir con este mandato, compartiendo el evangelio, haciendo discípulos y transformando el mundo que nos rodea. Que podamos vivir con pasión y determinación para cumplir la Gran Comisión, sabiendo que tenemos el poder de Dios y la promesa de Jesús de estar con nosotros siempre.