Por qué Jesucristo es la Piedra Angular en el cristianismo

Jesucristo es considerado la piedra angular en el cristianismo, un término que se utiliza para describir su importancia vital en la fe cristiana. Esta metáfora se encuentra tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento de la Biblia, lo cual subraya su significado y relevancia en la vida de los creyentes. En este artículo, exploraremos por qué Jesucristo es la piedra angular en el cristianismo y cómo esto impacta en nuestra comprensión de su papel en la fe y en la relación con Dios.

Jesucristo como la Piedra Angular en el Antiguo Testamento

En el Antiguo Testamento, se encuentra la primera referencia a la piedra angular en el libro de los Salmos: "La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la cabeza del ángulo" (Salmos 118:22, RVR1960). Esta frase apunta a Jesús como la piedra angular que fue despreciada pero que se convirtió en la pieza central y fundamental en la obra de Dios.

Además, en el libro de Isaías encontramos otra referencia importante a Jesús como la piedra angular. En Isaías 28:16 (RVR1960) se dice: "Por tanto, Jehová el Señor dice así: "Aquí estoy yo, poniendo en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, asentada en el cimiento; el que creyere, no se apresure".". Esta profecía se cumplió con la venida de Jesucristo, quien se convirtió en el fundamento sólido sobre el cual se construiría la Iglesia.

Jesucristo como la Piedra Angular en el Nuevo Testamento

En el Nuevo Testamento, el tema de Jesucristo como la piedra angular continúa. En el evangelio de Mateo, Jesús se refiere a sí mismo como la piedra angular en una parábola: "¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos?" (Mateo 21:42, RVR1960). Aquí Jesús está citando el Salmo 118:22, y está afirmando su identidad como la piedra angular.

Además, el apóstol Pedro también hace referencia a Jesús como la piedra angular en su primera epístola. En 1 Pedro 2:4-8 (RVR1960), Pedro escribe: "Y acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Dice la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en él, no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo, y piedra de tropiezo y roca que hace caer; porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.".

Estas referencias claras y unánimes en el Nuevo Testamento confirman la importancia de Jesucristo como la piedra angular en el cristianismo.

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Las implicaciones de rechazar a Jesucristo como la Piedra Angular

Rechazar a Jesucristo como la piedra angular tiene graves implicaciones espirituales. Como se menciona en las Escrituras citadas anteriormente, aquellos que no creen en Jesús tropezarán y caerán, porque están rechazando el fundamento sólido sobre el cual se debe construir la vida espiritual.

Además, Jesucristo no solo es la base de nuestra relación con Dios, sino también el medio para llegar a Él. En Juan 14:6 (RVR1960), Jesús dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.". Si rechazamos a Jesús como la piedra angular, estamos rechazando el único camino para alcanzar a Dios y experimentar una verdadera conexión con Él.

En última instancia, rechazar a Jesucristo como la piedra angular significa perdernos de la salvación y la vida eterna que Él ofrece. Romanos 10:9 (RVR1960) nos dice que si confesamos con nuestra boca que Jesús es el Señor y creemos en nuestro corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, seremos salvos. Es a través de Jesucristo que encontramos la reconciliación con Dios y la esperanza de una vida eterna en su presencia.

Jesucristo como base de la fe cristiana actual

En la fe cristiana contemporánea, Jesucristo sigue siendo la piedra angular que sostiene y da significado a nuestra relación con Dios. Él es el fundamento sólido sobre el cual construimos nuestra fe, nuestras creencias y nuestro estilo de vida.

Jesucristo es nuestra roca, nuestro cimiento, nuestra esperanza. Es a través de su sacrificio en la cruz que obtenemos el perdón de nuestros pecados y la redención. Es a través de su resurrección que recibimos vida nueva y la promesa de una eternidad junto a Dios.

En nuestra vida diaria, Jesucristo también es nuestra guía y ejemplo. Sus enseñanzas nos muestran cómo vivir una vida justa y compasiva, y su amor incondicional nos inspira a amar a los demás de la misma manera.

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Jesucristo es la piedra angular en el cristianismo. A través de las Escrituras, comprendemos que Jesús es el fundamento sólido sobre el cual se ha construido la Iglesia y nuestra relación con Dios. Rechazar a Jesucristo como la piedra angular tiene serias consecuencias espirituales, pero al aceptarlo como nuestra base, encontramos la salvación, la vida eterna y la plenitud en nuestra relación con Dios. Que Jesús sea siempre la piedra angular en nuestras vidas, guiándonos y sosteniéndonos en la fe cristiana.