Qué enseña la Biblia sobre el mandato de hacer discípulos

Hacer discípulos es un mandato clave en la enseñanza de Jesús a sus seguidores. La Biblia nos muestra que esta tarea es vital para el avance del Reino de Dios en la tierra. ¿Pero qué significa exactamente hacer discípulos según la Biblia? En este estudio bíblico exploraremos este tema en detalle, examinando lo que Jesús enseñó sobre hacer discípulos, el ejemplo que él mismo estableció al hacer discípulos, el papel del Espíritu Santo en cumplir este mandato, la importancia de la obediencia en esta tarea y las características de un verdadero discípulo según la Biblia.

¿Qué enseñó Jesús sobre hacer discípulos?

Jesús dejó claro el mandato de hacer discípulos en su gran comisión registrada en Mateo 28:19-20: "Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado." Aquí, Jesús enfatiza la necesidad de llevar el mensaje del evangelio a todas las naciones, bautizar a los creyentes y enseñarles a obedecer sus mandamientos. Hacer discípulos implica más que simplemente transmitir información, sino que implica un compromiso de enseñar y guiar a otros hacia la fe en Jesús y ayudarlos a crecer en su relación con él.

El ejemplo de Jesús al hacer discípulos

Jesús no solo enseñó sobre hacer discípulos, sino que también estableció un ejemplo práctico al hacerlos él mismo. Durante su ministerio terrenal, Jesús escogió a 12 hombres como sus discípulos íntimos, los cuales fueron testigos de sus enseñanzas, milagros y su muerte y resurrección. Jesús les mostró a sus discípulos cómo vivir una vida centrada en Dios, cómo amar a los demás y cómo compartir el mensaje de salvación. Además, Jesús les permitió cometer errores y los instruyó en la importancia del perdón y la autenticidad en las relaciones. Este ejemplo de Jesús nos muestra que hacer discípulos implica no solo enseñar, sino también caminar junto a las personas, mostrándoles una vida transformada por el poder del evangelio.

El papel del Espíritu Santo en hacer discípulos

El Espíritu Santo desempeña un papel fundamental en el mandato de hacer discípulos. Jesús prometió enviar al Espíritu Santo para que estuviera con sus seguidores para siempre (Juan 14:16-17). Es el Espíritu Santo quien convence a las personas de su pecado, las guía hacia la fe en Jesús y las capacita para crecer espiritualmente. Los discípulos de Jesús no pueden hacer discípulos por sí mismos, sino que dependen del trabajo del Espíritu Santo en el corazón de las personas. El Espíritu Santo les otorga el poder, la sabiduría y el amor necesarios para llevar a cabo esta tarea, para que la obra de hacer discípulos sea efectiva y fructífera.

La importancia de la obediencia en el mandato de hacer discípulos

La obediencia es fundamental en el mandato de hacer discípulos. Jesús dijo en Mateo 28:20: "enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado." Hacer discípulos implica enseñar a otros a obedecer los mandamientos de Jesús y seguir su ejemplo de vida. Como discípulos de Jesús, tenemos la responsabilidad de vivir una vida santa y obediente a Dios, para que otros vean el impacto transformador del evangelio en nuestras vidas y sean atraídos hacia él. La obediencia nos permite reflejar la imagen de Cristo y ser un testimonio vivo de su amor y gracia.

Características de un discípulo según la Biblia

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La Biblia nos muestra varias características de un verdadero discípulo. Algunas de estas características incluyen:

• Amor por Dios y por los demás: Jesús dijo en Juan 13:35 que "por esto todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros." Un discípulo verdadero muestra amor y compasión hacia Dios y hacia los demás.
  

• Compromiso con la Palabra de Dios: Un discípulo verdadero se deleita en la Palabra de Dios y busca obedecerla. La Biblia es la guía principal en la vida de un discípulo y es vital para su crecimiento espiritual.
  

• Deseo de crecer espiritualmente: Un verdadero discípulo anhela crecer en su relación con Dios. Busca oportunidades de aprendizaje y crecimiento, como la lectura de la Biblia, la oración y la comunión con otros creyentes.
  

• Pasión por compartir el evangelio: Un discípulo verdadero tiene un gran deseo de compartir el mensaje de salvación con los demás. Reconoce la importancia de hacer discípulos y se esfuerza por llevar a otros a Jesús.
  

• Perseverancia en la adversidad: Un discípulo verdadero no se rinde cuando enfrenta dificultades o pruebas. Confía en el poder y la fidelidad de Dios, sabiendo que él está al tanto de sus circunstancias y trabajando en todas las cosas para su bien.

Hacer discípulos es un mandato clave en la enseñanza de Jesús. Significa llevar el mensaje del evangelio a todas las naciones, bautizar a los creyentes y enseñarles a obedecer los mandamientos de Jesús. Este mandato se basa en el ejemplo de Jesús y el poder del Espíritu Santo. Ser un discípulo implica amor por Dios y por los demás, compromiso con la Palabra de Dios, deseos de crecer espiritualmente, pasión por compartir el evangelio y perseverancia en la adversidad. Que podamos tomar en serio este mandato y hacer discípulos según la enseñanza de la Biblia.